Una economía protectora del mar
Durante muchos años, la humanidad ha seguido un modelo económico centrado en la premisa de que el éxito recae en aquellos con mayor poder adquisitivo. Esto ha generado un entorno competitivo en los productores en el que la atracción de los consumidores se dirige principalmente hacia ofertas más económicas. En este afán por maximizar las ganancias, se ha observado una tendencia a pasar por alto prácticas que, en ocasiones, no cumplen con estándares éticos ni respetan el medio ambiente.