31 de mayo de 2022

Cambio climático y calidad de aire: divergencia entre instrumentos de política para su abordaje como conflictos socioambientales

Las empresas tienen un rol preponderante en la generación de acciones de mitigación y adaptación al cambio climático. Asimismo, dichas acciones pueden estar consideradas dentro de estrategias para reducción de la contaminación atmosférica producida por una mala calidad del aire proveniente de los procesos productivos, los cuales afectan a comunidades por contaminación de gases o material particulado. En tal medida, han surgido instrumentos, programas y estrategias a nivel local que han trazado una ruta para sumar acciones. Sin embargo, al analizar dichos alcances, la mayoría no se encuentran sincronizados temporalmente con las políticas de gobierno nacional y metas internacionales generando una divergencia entre instrumentos de política.

Por: Alejandro Bañol Salazar*

La calidad de la vida de los seres humanos desde una óptica utilitarista, puede cuantificarse en términos de desarrollo y productividad. Las consecuencias que se generan de procesos intensificados de producción, consumo y explotación de recursos naturales son: el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad.

En materia de cambio climático, la generación de gases de efecto invernadero antropogénicos, intensifican y aumentan sus efectos en todos los niveles territoriales, a escala local, regional, nacional e, inclusive, internacional. Asimismo, la calidad del aire se refiere a la presencia de contaminantes en la atmósfera que pueden ser nocivos para la salud humana. Para esta situación, se debe reconocer el rol de un segmento con relación directa entre esta relación cambio climático-calidad del aire, a saber: las entidades privadas (empresas).

Este análisis permite plantear las siguientes preguntas: ¿cuál es la relación entre el cambio climático y la calidad del aire, especialmente para las entidades privadas?, ¿cuáles son las relaciones que existen entre las empresas y la relación cambio climático-calidad del aire?, ¿por qué las consecuencias de la relación cambio climático-calidad del aire se pueden considerar conflictos socioambientales?, ¿a nivel local, son efectivas las acciones que se están generando para abordar este posible conflicto socioambiental? Para realizar un análisis integral que aporte insumos a cada pregunta se deben estudiar los siguientes asuntos: (i) identificar y reconocer los impactos ambientales; (ii) cuantificar y cualificar las emisiones; y (iii) generar acciones de reducción de emisiones.

A manera de ejemplo, la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) realizó una encuesta en el 2021 (Climática, 2022), con un universo de 1513 encuestas a empresas registradas en Bogotá y los 59 municipios de la jurisdicción de la CCB, del cual, el 38% respondió no tener ningún nivel de relación entre su empresa y el cambio climático. Asimismo, el 37% respondió tener la percepción indirecta entre su empresa y el cambio climático; solo el 20% respondió tener relación directa. De otro lado, el 51% conocen el concepto (de cambio climático) y las medidas que pueden implementar en la empresa. Este escenario en concreto, para la ciudad de Bogotá, expone que aproximadamente el 75% de las empresas encuestadas no se considera en relación directa en materia de cambio climático.

En materia de calidad de aire en Colombia, durante el 2015 acorde al Departamento Nacional de Planeación, la contaminación del aire urbano, por resaltar algunas cifras, ocasionó: 124.639 casos de enfermedad en las vías respiratorias inferiores en menores de 5 años, y 51.303.483 síntomas respiratorios en mayores de 44 años. Ambos temas, tanto el cambio climático como la calidad del aire, generan externalidades negativas al medio ambiente con consecuencias para la calidad de vida de las personas. Una de las relaciones que se han generado entre ambos asuntos es por medio de las políticas y sus instrumentos de gestión para hacer frente a las consecuencias y adversidades. En los estudios de (Thambiran, 2011) y (Maione, 2016) se indicaron las relaciones entre ambos asuntos y su vinculación de base científica para el desarrollo de políticas ambientales integradoras.

La Tercera Comunicación Nacional de Cambio Climático, de 2016, las empresas integran múltiples sectores económicos, entre ellos: minas y energía, industrias manufactureras, transporte, residencial, comercial, agropecuario, forestal, saneamiento. Todos los sectores económicos anteriores tienen acciones en común entre la relación cambio climático-calidad del aire, acciones a nivel empresarial en: carpooling, implementación de técnologías limpias, recambio a sistemas de recolección de particulas, medición de huella de carbono, implementación de biocombustibles, acciones en uso de bicicletas, siembra de árboles, ejemplo de esto, desde el segmento empresarial liderado por el sector público, en la ciudad de Medellín, el Pacto por la Calidad del Aire, es un mecanismo que entre el 2018 y el 2020 reunió a 175 entidades con acciones en los siguientes ejes: renovación del parque automotor, actividades de educación, cambio climático y producción y consumo sostenible, sin datos cuantificables en términos de mejoría del aire, reducción de partículas o disminución de gases efecto invernadero.

El Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA) ha liderado dos procesos: las Zonas Urbanas de Aire Protegido (ZUAP) y los Planes Empresariales de Movilidad Sostenible (MES), con acciones en la relación cambio climático-calidad de aire. Sin embargo, el Plan de Acción Climática de Medellín no reúne las acciones que se han generado desde la Administración en armonía con el sector privado. Lo mismo sucede con el Plan de Acción Climática de Bogotá.

En este punto de análisis, se han expuesto los instrumentos que las Administraciones locales han generado en cambio climático y calidad de aire. Asimismo, las acciones que las empresas han considerado dentro de su estructura de proceso productivo y modelo de negocio. No obstante, esto no ha estado direccionado de una forma organizada dentro del ordenamiento territorial, a pesar de tener estrecha relación entre las actividades que se pueden generar en ciertos sectores de la economía.

El Minsterio de Ambiente formuló la Estrategia Nacional en Carbono Neutro en el 2021, una meta alineada con las Contribuciones Nacionales Determinadas, con nueve apuestas, que en su estructura principal está considerada la matriz energética. Esto repercute, para el sector privado, en cambio de combustibles fósiles, implementación de tecnologías renovables y reducción de emisiones.

Así, se pueden concluir:

(i) En la práctica, la implementación de políticas y los intrumentos de política no están sincronizados temporalmente, y deberán surtir procesos de actualización dado que en materia de cambio climático la Estrategia de Largo Plazo (E2050) y Carbono Neutralidad implican a 2030, metas ambiciosas que los intrumentos locales deberán aportar en indicadores y acciones para mitigarse o adaptarse al cambio climático.

(ii) Los programas y estrategias locales que se han liderado, deben estar sincronizados con las metas de país, generar articulación interinstitucional y evidenciar avances en la consolidación de disminuición de gases efecto invernadero o y de contaminantes del aire.

(iii) La calidad de aire está relacionada con el cambio climático. Asimismo, ambos temas tienen específicaciones técnicas diferentes dentro de su abordaje. Sin embargo, acciones que se generan en la relación cambio climático-calidad del aire, en el sector privado, se pueden complementar, inclusive con las acciones de economía circular.

 (iv) El sector privado al generar acciones en cambio climático engloba acciones de calidad del aire, por cuanto, el cambio de tecnologías a renovables, el uso de biocombustibles, la movilidad sostenible, la medición de huella de carbono, entre otros, ayuda a disminuir emisiones de gases y partículas que se emiten al aire.

(v) La relación cambio climático-calidad del aire expresa un conflicto socioambiental, generado por los procesos productivos al momento de estar afectando a una comunidad por excedencia en los parámetros permisibles o efectos locales del clima.


* Especialista en Derecho del Medio Ambiente e integrante del Observatorio en Derecho del Medio Ambiente de la Universidad Externado de Colombia


Bibliografía

Climática, D. y. (2022). Descarbonización y Acción Climática. Obtenido de Cámara de Comercio de Bogotá: https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwjD94eEq9H3AhXCSDABHZSjBM8QFnoECA8QAQ&url=https%3A%2F%2Fwww.ccb.org.co%2Fobservatorio%2Fcontent%2Fdownload%2F246519%2Ffile%2F2022.02.17%2520-%2520Encuesta%2520de%2520descarbonizaci%2

Thambiran, T. (2011). The case for integrated air quality and climate change policies. Environmental Science & Polticy, 1008 – 1017.

Maione, M. (2016). Air quality and climate change: Designing new win-win politices for Europe. Environmental Science & Policy, 48 – 57.