15 de marzo de 2020

Externalidades con incidencias ambientales entorno al COVID-19

A raíz de algunos episodios de brote de malestares respiratorios presentados en Wuhan, China, se ha identificado una nueva enfermedad denominada COVID-19. Con ocasión de la rápida propagación del virus, se han implementado medidas sanitarias como la de evitar la aglomeración de ciudadanos en algunos países. Un aspecto interesante de la situación actual se refleja en el impacto positivo ambiental que se produce en materia de contaminación del aire con ocasión del estado de “cuarentena” de varias ciudades. Imágenes compartidas por la NASA, relevan datos relacionados con los niveles de dióxido de nitrógeno presentes en la atmósfera, en el territorio chino.

Juan Diego Rodríguez Acuña*

Según la información aportada por la Organización Mundial de la Salud, los Coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. El Coronavirus recién descubierto a finales del año 2019 en Wuhan, provincia de Hubei, China, es el causante de la enfermedad COVID-19, la cual ha sido considerada por la misma OMS como una pandemia, es decir, una enfermedad epidémica que se extiende en varios países del mundo de manera simultánea.

A pesar de ser el COVID-19 una enfermedad reciente para la humanidad, ésta ha generado un estado de alerta internacional que se desencadena en la vigilancia mundial del COVID-19 a partir de investigaciones estandarizadas y recopilación de datos como las que se hicieron años atrás con la gripe pandémica denominada H1N1 del 2009, la cual generó la creación de redes internacionales como el ISARIC[1] y el CONSISE[2] respectivamente. Así, actualmente y gracias a asesorías y colaboraciones internacionales a la OMS, existen diferentes protocolos estandarizados para la realización de investigaciones tempranas, los cuales pueden ser utilizados por los países para identificar casos de presencia de virus y para realizar monitoreo a la población general con el fin de acceder a una información rápida y sistemática que facilite un análisis global.[3]

A la par de los esfuerzos científicos que se desarrollan día a día para obtener mayor información para el tratamiento del COVID-19, los Estados, conscientes de la emergencia de salud pública anuncian aislamientos de partes de su país como el caso la ciudad de Wuhuan, China (foco de la enfermedad), o como el caso de Italia, donde el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha anunciado que “será Italia entera la zona protegida” y exhorta a los ciudadanos a no desplazarse por el país a menos que sea por motivos laborales o de extrema urgencia. A su vez, según estudios de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres consideran que países como España y Estados unidos sufren actualmente de una extensión del virus más acelerada de lo normal,

Con este tipo de situaciones de cuarentena, se han generado consecuencias económicas y al parecer también consecuencias relacionadas con el medio ambiente. Así lo ha hecho entender el “Earth Observatory” de la National Aeronautics and Space Administration (NASA) y la European Space Agency (ESA).

Según imágenes publicadas por el observatorio, satélites de monitoreo de contaminación han detectado una disminución de dióxido de nitrógeno (NO2)[4] sobre china. La reducción de la contaminación de NO2 se evidenció por primera vez sobre la zona geográfica de Wuhan en ocasión a la cuarentena que se viene dando desde el mes de febrero de este año.  En un principio se consideró por expertos que las causas de esa disminución se daban por la decisión de las autoridades chinas de cerrar el transporte que ingresaba y salía de la ciudad de Wuhan.

Imagen tomada de la NASA

Imagen tomada de la NASA

Después de analizar las imágenes publicadas por el observatorio, se observa que la presencia de dióxido de nitrógeno se está disminuyendo en todo el territorio chino.

A pesar de la existencia de una general disminución de NO2 en china por ésta época del año en ocasión a la celebración del año nuevo lunar donde cientos de empresas y fábricas cierran en la última semana de enero y hasta principios de febrero, la disminución de NO2 para el 2020, en comparación con la del 2019 es casi del 30%.

Este tipo de reportes, nos acercan a ideas sobre la relación existente entre los sectores automotriz e industrial y el concepto de calidad del aire, que en muchos eventos presenta desequilibrios por contaminantes nocivos para la salud y el medio ambiente. A pesar de la problemática mundial actual a causa del brote de la COVID-19, se pueden generar a la par espacios de estudio sobre los niveles de concentración de contaminantes en la atmósfera y reflexionar sobre las medidas que se podrían adoptar en un futuro para mantener los mismos niveles de emisión, pero en situaciones no tan extremas como las de un aislamiento o cuarentena. Por último, es menester señalar que actualmente en Colombia, se están presentando niveles de contaminación elevada en algunas capitales departamentales, lo cual ha generado la adopción de medidas de restricción como las contempladas por la Alcaldía Distrital de Bogotá mediante Decreto 047 del 6 de febrero de 2020.


*Monitor Departamento de Derecho del Medio Ambiente

[1]ISARIC. International Severe Acute Respiratory and Emerging Infection Consortium (ISARIC). Disponible en: https://isaric.tghn.org/

[2]CONSISE. Consortium for the Standardization of Influenza Seroepidemiology (CONSISE). Disponible en: https://consise.tghn.org/

[3] Uno de los protocolos implementados por la OMS es el denominado “Protocolo de toma de muestras ambientales coronavirus”.

[4] El Dióxido de nitrógeno NO2, es un compuesto químico gaseoso formado por la combinación de un átomo de nitrógeno y dos de oxígeno. Es un gas tóxico e irritante que se puede producir por eventos de incendios forestales, descomposición de nitratos orgánicos, por la oxidación de NO emitido por vehículos, entre otros.


Imagen tomada de: http://www.morethangreen.es/la-contaminacion-en-china-paraliza-varias-ciudades/