20 de octubre de 2020

La calidad del aire durante las cuarentenas ocasionadas por el COVID-19

A pesar de que las cuarentenas originadas por el COVID-19 implicaron una mejoría de la calidad del aire de Colombia, tal mejoría es transitoria. La pérdida de la pureza del aire sigue siendo un problema mayúsculo que afecta notablemente la salud, la vida y la economía. Además, el deterioro de la calidad del aire supone importantes retos para las Administraciones Públicas tanto en el uso como en el fortalecimiento de sus herramientas jurídicas.

Juan David Ubajoa Osso*

Sin duda, el deterioro de la calidad del aire constituye uno de los problemas medioambientales más graves de Colombia. No solo afecta considerablemente el entorno natural, sino también la salud, la vida y la economía. Pese a que parece que cada vez hay más conciencia ciudadana al respecto[1], no sobra citar algunas cifras que permiten llamar la atención sobre la gravedad de la pérdida de la pureza del aire y sobre la imperiosa necesidad de que las Administraciones Públicas titulares de funciones relativas a la calidad del aire actúen de una manera mucho más activa y efectiva[2].

La última valoración económica de la degradación ambiental que ha hecho el Departamento Nacional de Planeación (2018) –que solo ha tenido en cuenta las consecuencias negativas del deterioro de la calidad del aire sobre los menores de 5 años y los mayores de 44 años– determina que en el 2015 la contaminación del aire interior –en espacios cerrados– generó:

  • 923 900 casos de infección respiratoria aguda en menores de 5.
  • 253 368 casos de infección respiratoria aguda en mujeres mayores de 44.
  • 3283 casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica en mujeres mayores de 44.
  • 75 muertes por infección respiratoria aguda en menores de 5.
  • 114 muertes por tumor maligno de tráquea, bronquios y pulmón en mujeres mayores de 44.
  • 291 muertes por enfermedades hipertensivas en mujeres mayores de 44.
  • 410 muertes por enfermedades isquémicas del corazón en mujeres mayores de 44.
  • 273 muertes por enfermedades cerebrovasculares en mujeres mayores de 44.
  • 1148 muertes por enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores en mujeres mayores de 44.

Y en el 2015 la contaminación del aire urbano –en espacios abiertos– causó, según la misma fuente, peores consecuencias:

  • 124 639 casos de enfermedad en las vías respiratorias inferiores en menores de 5.
  • 4220 casos de bronquitis crónica en mayores de 44.
  • 51 303 483 síntomas respiratorios en mayores de 44.
  • 16 119 947 días de actividad restringida en mayores de 44.
  • 11 369 casos de hospitalización.
  • 227 376 atenciones de urgencias por enfermedades respiratorias.
  • 668 muertes por cáncer de pulmón en mayores de 44.
  • 7362 muertes por enfermedad cardiopulmonar en mayores de 44.

Tales daños de la contaminación del aire interno y de la contaminación del aire urbano fueron evaluados, respectivamente, en 3,14 y 12,2 billones de pesos colombianos, valores que corresponden al 0,39% y 1,5% del producto interno bruto nacional de 2015 (Departamento Nacional de Planeación, 2018)[3]. Así, es incuestionable que el deterioro de la calidad del aire incide notablemente en la morbilidad, la mortalidad y la economía de Colombia. Por tanto, precisa la atención y la actuación diligentes de todas las Administraciones Públicas competentes.

Sin embargo, la calidad del aire del país mejoró por las cuarentenas que las Administraciones Públicas tuvieron que implementar para afrontar la gran propagación del COVID-19, pues tales medidas conllevaron una disminución importante de la operación de las distintas industrias y de la movilidad del transporte público y particular, que son las principales fuentes humanas de contaminantes del aire. Por ejemplo, si bien en Bogotá al principio de los aislamientos no se vieron avances en materia de calidad del aire debido al material particulado (PM) proveniente de los incendios forestales de las regiones Amazónica y Orinoquía, después sí se presentaron gracias a la reducción de los incendios y a la implementación de las cuarentenas (Secretaría Distrital de Ambiente, 2020; Valenzuela, 2020). De hecho, varias personas publicaron en sus redes sociales fotos bellísimas de los nevados del Ruiz y del Tolima que fueron hechas desde Bogotá, fotos que antes de las cuarentenas no hubiesen sido posibles por la polución que lamentablemente caracteriza el cielo capitalino[4]. No obstante, hay quienes se han mostrado completamente escépticos respecto a la mejoría de la calidad del aire por las cuarentenas (Chaparro Hernández y Ortiz Olarte, 2020).

Al margen de las dudas que se puedan plantear ante la mejoría de la calidad del aire por las cuarentenas –que no son descabelladas porque es cierto que los factores meteorológicos y topográficos también repercuten en la calidad del aire–, es indiscutible que durante los aislamientos hubo una reducción significativa de la operación de las diferentes industrias y de la movilidad del transporte público y particular. En consecuencia, hubo una disminución cuantitativa relevante de las emisiones de contaminantes. Y esto produjo un impacto positivo en el aire. Es más, en julio de 2020 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2020) publicó un informe respecto a los efectos de las cuarentenas sobre la calidad del aire de seis metrópolis latinoamericanas: Bogotá, Ciudad de México, Lima, Monterrey, Quito, Santiago de Chile y São Paulo. En concreto, el informe versa sobre las concentraciones de tres importantes contaminantes en tales ciudades durante los aislamientos: dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2) y material particulado fino (PM2.5). Y en Bogotá, que es la que aquí interesa, disminuyó la presencia de los tres, especialmente la del último:

En Bogotá́, ciudad de 7,2 millones de habitantes, se registró una marcada reducción de hasta un 64% de la concentración de PM2,5, que pasa de 403 puntos del índice de calidad del aire en la primera semana de abril de 2019 (dentro del rango “muy poco saludable”) a 143 durante la primera semana de abril de 2020. Además, en 2020 se verifica una tendencia a la baja que contrasta con los altos repuntes del nivel de contaminación del aire (en el rango “insalubre”) durante el mismo período en 2019 (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2020, p. 6).

Sin embargo, el mismo informe explica que «[…] Estas mejoras de la calidad del aire de las ciudades son mayores durante las primeras semanas de las cuarentenas, y luego la situación tiende a revertirse, con algunas excepciones» (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2020, p. 11). Y, además, advierte que «Es posible que una vez que terminen las cuarentenas y la emergencia sanitaria, tenga lugar un aumento importante de las emisiones y las concentraciones de contaminantes del aire respirable en las ciudades» (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2020, p. 11).

En efecto, si bien en Colombia se dio una mejoría de la calidad del aire por las cuarentenas, tal mejoría es totalmente efímera. Aunque todavía no existe una vacuna contra el COVID-19, Colombia y muchos países más ya han empezado a prescindir de los aislamientos –que no son, como bien ha dicho Behrentz (2020b), la única vía para combatir el virus–. Y ello ha implicado que la movilidad del transporte público y particular y las distintas actividades industriales ya están empezando a volver a la normalidad. Por consiguiente, las emisiones de contaminantes ya están aumentando. En definitiva: la mejoría de la calidad del aire por las cuarentenas no es más que una ilusión engañosa. De ahí que sea tan necesario y relevante que las Administraciones Públicas titulares de facultades relativas a la calidad del aire actúen de una forma mucho más activa y efectiva. Es, pues, imprescindible que realmente acudan al amplio abanico de instrumentos jurídico-administrativos de gestión de la calidad del aire que contiene el Derecho colombiano para luchar contra la polución del aire, que es la que menos se percibe, pero una de las que más menoscaba la salud, la vida y la economía. Y, por supuesto, también es indispensable que busquen la manera de robustecer dichos instrumentos, que hoy son muy débiles, lamentablemente.

Bibliografía

Behrentz, E. (20 de febrero de 2017). Mancha de polución en Bogotá. En El Tiempo. Disponible en https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/eduardo-behrentz/columna-mancha-de-polucion-en-bogota-60754

Behrentz, E. (12 de noviembre de 2018). Buses Euro V: ¿seguro? En El Tiempo. Disponible en https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/eduardo-behrentz/buses-euro-v-seguro-eduardo-behrentz-292662

Behrentz, E. (3 de marzo de 2019). Tragedia anunciada. En El Tiempo. Disponible en https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/eduardo-behrentz/tragedia-anunciada-columna-de-eduardo-behrentz-333386

Behrentz, E. (28 de enero de 2020a). Nuevos aires para Bogotá. En Semana. Disponible en https://www.semana.com/opinion/articulo/nuevos-aires-para-bogota-columna-de-eduardo-behrentz/649795/

Behrentz, E. (30 de junio de 2020b). Es falso que la cuarentena sea la única salida. En Semana. Disponible en https://www.semana.com/opinion/articulo/es-falso-que-la-cuarentena-sea-la-unica-salida-columna-de-eduardo-behrentz/683135/

Chaparro Hernández, J., y Ortiz Olarte, D. (7 de septiembre de 2020). Incendios, contaminación y calidad del aire. En Razón Pública. Disponible en https://razonpublica.com/incendios-contaminacion-calidad-del-aire/

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2020). Informes COVID-19. Efectos de las cuarentenas y restricciones de actividad relacionadas con el COVID-19 sobre la calidad del aire en las ciudades de América Latina. Santiago de Chile (Chile): Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Disponible en https://www.cepal.org/es/publicaciones/45839-efectos-cuarentenas-restricciones-actividad-relacionadas-covid-19-la-calidad

Departamento Nacional de Planeación (2018). Valoración económica de la degradación ambiental en Colombia 2015. Valoración económica de la contaminación del aire urbano, la contaminación del aire interior y la deficiencia en la cobertura de acueducto y alcantarillado. Bogotá́ (Colombia): Departamento Nacional de Planeación. Disponible en https://www.dnp.gov.co/estudios-y-publicaciones/publicaciones/Paginas/2018.aspx

El Tiempo (7 de abril de 2020). El Nevado del Ruiz y Tolima vistos desde la ventana de los bogotanos. En El Tiempo. Disponible en https://www.eltiempo.com/vida/medio-ambiente/imagenes-en-cuarentena-el-nevado-del-ruiz-y-tolima-vistos-desde-la-ventana-de-los-bogotanos-482268

Greenpeace (23 de septiembre de 2020). La contaminación del aire en Bogotá provocó 3900 muertes en lo que va del año. En Greenpeace. Disponible en https://www.greenpeace.org/colombia/noticia/uncategorized/la-contaminacion-del-aire-en-bogota-provoco-3900-muertes-en-lo-que-va-del-ano/

Pérez, I. (7 de abril de 2020). Las conmovedoras imágenes de la Bogotá en cuarentena sin nubes de contaminación (fotografías). En La FM. Disponible en https://www.lafm.com.co/bogota/las-conmovedoras-imagenes-de-la-bogota-en-cuarentena-sin-nubes-de-contaminacion

Secretaría Distrital de Ambiente (2 de abril de 2020). Cuarentena por la vida: un respiro para el ambiente en Bogotá. En Secretaría Distrital de Ambiente. Disponible en http://www.ambientebogota.gov.co/web/sda/historial-de-noticias/-/asset_publisher/1RkX/content/cuarentena-por-la-vida:-un-respiro-para-el-ambiente-en-bogota?redirect=http://www.ambientebogota.gov.co/web/sda/historial-de-noticias%3Fp_p_id%3D101_INSTANCE_1RkX%26p_p_lifecycle%3D0%26p_p_state%3Dnormal%26p_p_mode%3Dview%26p_p_col_id%3Dcolumn-2%26p_p_col_pos%3D1%26p_p_col_count%3D5

Semana Sostenible (23 de marzo de 2020). “La mala calidad del aire es el mayor problema ambiental de los bogotanos”: Carolina Urrutia. En Semana Sostenible. Disponible en https://sostenibilidad.semana.com/impacto/articulo/la-mala-calidad-del-aire-no-puede-seguir-matando-a-los-bogotanos-carolina-urrutia/49168

Ubajoa Osso, J. D. (2 de diciembre de 2019). Breve reflexión respecto a la efectividad de las normas colombianas de niveles de emisión y de niveles de inmisión en el ámbito de la calidad del aire (entrada de blog). En Blog del Departamento de Derecho del Medio Ambiente de la Universidad Externado de Colombia. Disponible en https://medioambiente.uexternado.edu.co/breve-reflexion-respecto-a-la-efectividad-de-las-normas-colombianas-de-niveles-de-emision-y-de-niveles-de-inmision-en-el-ambito-de-la-calidad-del-aire/

Valenzuela, S. (28 de septiembre de 2020). Calidad del aire en cuarentena: un balance con expertos. En Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina. Disponible en https://cods.uniandes.edu.co/calidad-aire-cuarentena-covid19-colombia/


*Miembro del grupo de investigación en Derecho del Medio Ambiente de la Universidad Externado de Colombia

[1] Por ejemplo, ya es normal encontrar de manera frecuente noticias y columnas relacionadas con la contaminación del aire. Véanse, por ejemplo, los maravillosos y recurrentes artículos de opinión de Behrentz (2017, 2018, 2019 y 2020a).

[2] En este blog ya he llamado la atención sobre tal necesidad. Véase, por ejemplo, Ubajoa Osso (2019).

[3] Parece que la situación descrita no mejorará de manera estable en el corto plazo, puesto que, según Greenpeace (2020), en lo transcurrido de 2020 la contaminación del aire ha originado en Bogotá, aproximadamente, 3900 muertes y una pérdida de más de 4 billones de pesos colombianos. Es más, en marzo de 2020 la secretaria distrital de ambiente, Carolina Urrutia Vásquez, reconoció en una entrevista que el deterioro de la calidad del aire es el peor problema medioambiental de Bogotá y la causa de muerte de 2000 bogotanos al año, aproximadamente. Si se quiere leer tal entrevista, véase Semana Sostenible (2020).

[4] Si se quiere apreciar algunas de esas fotos, véanse, por ejemplo, El Tiempo (2020), Pérez (2020).


Foto: Pérez, I. (7 de abril de 2020). Las conmovedoras imágenes de la Bogotá en cuarentana sin nubes de contaminación (fotografía). En La FM. Disponible en https://www.lafm.com.co/bogota/las-conmovedoras-imagenes-de-la-bogota-en-cuarentena-sin-nubes-de-contaminacion