30 de abril de 2020
La deuda histórica de la gestión de residuos en el país: Disposición de “basuras” en fuentes hídricas y contaminación ambiental
Este tema es analizado por Carolina Montes Cortés en el capítulo de investigación denominado “Disposición final de residuos sólidos y contaminación hídrica, una problemática ambiental no tan ajena” del libro “Tratado de Derecho de Aguas. Tomo I. Derecho de aguas colombiano para el siglo XXI”.
Por: Jorge Andrés Obando Moreno
En Colombia, históricamente la gestión de los residuos ha generado una deuda ambiental pues, de tiempo atrás, han predominado los sistemas incontrolados de eliminación dentro de los cuales se ha incluido el depósito de las ‘basuras’ en los cuerpos de agua generando una gran contaminación hídrica en la mayoría de los ríos del país.
Explica que la disposición adecuada de residuos sólidos es un privilegio del cual no goza toda la población debido a múltiples razones como la escasez de recursos humanos y económicos que sufren las entidades territoriales para garantizar el saneamiento, la falta de voluntad política y/o el débil control de las autoridades ambientales que han permitido perpetuar sistemas incontrolados de eliminación de residuos sólidos”. Precisamente, una de las practicas inadecuadas de eliminación de residuos es su disposición directa en los cuerpos de agua, hecho que produce graves impactos sobre este recurso natural.
Sin embargo, preocupaciones como las antes mencionadas no siempre han tenido la importancia que tienen hoy en día. A lo largo de la historia de Colombia y el mundo se les ha dado un manejo insostenible e inadecuado a los residuos sólidos. Tan solo hasta hace unos años atrás se empezaron a crear medidas para mitigar el impacto ambiental de estos residuos, especialmente en los cuerpos de agua.
La investigadora hace una evolución histórica de la gestión de residuos, empezando en la antigua ciudad de Creta, donde parece haber existido la práctica de enterrar mezclados, los residuos urbanos y las aguas residuales. Asimismo, sostiene que en la antigua Roma se estableció como método de eliminación de los residuos sólidos generados, su disposición conjunta con las aguas residuales en la red de alcantarillado. La investigadora asegura que, aunque dichas prácticas pudieron ser efectivas en épocas antiguas, estas empezaron a ser insostenibles por dos factores: el primero fue el aumento de la población y del consumo y el segundo, la creación de nuevos desechos resistentes a la degradación ambiental.
En Colombia se siguió el ejemplo cretense, pues la disposición final de los residuos sólidos continuó realizándose bajo métodos insostenibles desde el punto de vista ambiental. Particularmente, en Bogotá a comienzos del siglo XVIII los desechos generados eran arrojados a los ríos o a las calles siendo, para la época, los únicos agentes de limpieza los gallinazos, cerdos o perros que deambulaban por la ciudad en busca de comida.
En ese sentido, la investigadora expone como se pasó de no tener ninguna política de gestión de residuos en el país, a la implementación de medidas para tal fin, pero desvestidas de sostenibilidad ambiental en la década de los 70, para finalmente terminar con la expedición de políticas públicas con contenido ambiental a comienzos del siglo XXI.
Es así como la investigadora hace un análisis de las maneras adecuadas e inadecuas de gestión de residuos sólidos en el país, y como las diferentes medidas que se han implementado, en su mayoría de origen gubernativo, han impactado para aumentar las maneras adecuadas de disponer de los desechos, y disminuir las inadecuadas.
Con relación a la contaminación de los cuerpos hídricos, la investigadora argumenta que la disposición directa de residuos sólidos en los cuerpos de agua fue común en la década de los 80 y los 90, pues las medidas tendientes a erradicar la disposición final incontrolada de residuos se empezaron a tomar a partir del año 2003 con la resolución 1045 de ese año.
Así mismo señala los ríos del país que han sido utilizados como sitio de disposición final de residuos provenientes de los municipios a los que baña, entre los cuales se encuentran el río Magdalena, el río Cauca, y el río Tunjuelo, el cual ha sido fuertemente contaminado por los lixiviados procedentes del relleno sanitario Doña Juana que, sin tratamiento, han sido vertidos en ese cuerpo de agua.
No obstante, lo anterior, la investigadora resalta la efectividad que han tenido las medidas adoptadas desde el año 2000 en adelante, las cuales se ven reflejadas en las mejoras en torno a la gestión de los residuos sólidos mediante la integración del componente ambiental en la forma tradicional de prestar el servicio público de aseo.
La investigadora concluye el estudio exaltando los notables avances reportados en torno a la adecuada disposición de los residuos sólidos en rellenos sanitarios y el manejo que los municipios le dan a los residuos posibilitando que un mayor número de habitantes puedan gozar del derecho colectivo al ambiente sano; no obstante, también pone de presente las deficiencias que impiden alcanzar una gestión integral de los residuos sólidos en el país, como la falta de información en más del 50% de los departamentos del país sobre los métodos de disposición final y la insuficiencia de recursos que padecen los municipios para gestionar de manera adecuada sus residuos.
Puede consultar el artículo aquí: https://bdigital.uexternado.edu.co/handle/001/2332
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