31 de marzo de 2025

Peligra concesión de agua a Coca-Cola en La Calera por solicitud de organizaciones de derechos humanos y de la comunidad

Desde mediados del año pasado, la concesión de agua a Coca-Cola en el sector de La Calera enfrenta bastantes críticas por parte de la comunidad y de organizaciones de derechos humanos, quienes afirman que la planta embotelladora de la multinacional en Colombia ha abusado de esta y ello ha derivado en varias consecuencias a nivel social y ambiental, como el racionamiento de agua.

Por: Daniela Andrea Hernández Oviedo*

En 1984 la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) otorgó concesión de agua a la planta embotelladora de Coca-Cola en el municipio de La Calera y esta se ha prolongado por 40 años, gracias a renovaciones que se han hecho de esta cada década. Sin embargo, la concesión se venció en diciembre de 2024 y, aunque la multinacional solicitó su renovación, la CAR anunció que gracias a la crisis ambiental que se ha venido presentando en los últimos años como consecuencia del cambio climático, era menester hacer estudios técnicos que permitieran definir si era adecuado renovar la concesión (CAR, 2024).

Por otro lado, debe mencionarse que desde el 2024, gracias a las sequías causadas por el fenómeno del Niño, varias zonas del país implementaron la medida de racionamiento de agua con la finalidad de preservar los recursos hídricos, entre esos el municipio de La Calera, el cual acogió la medida en febrero de 2024 debido a la disminución del flujo hídrico de la quebrada San Lorenzo, que es la principal fuente de abastecimiento del municipio (CN, 2025) y sobre la cual la CAR aprobó la concesión para embotellar agua a la empresa en cuestión (Hernández, 2024).

La comunidad empezó a criticar la concesión hecha a Coca-Cola gracias a que Vorágine hizo una investigación en donde afirmaba que la embotelladora de la multinacional extraía miles de litros de agua sin ningún tipo de restricción, pese a estar en plena emergencia de sequía (El Espectador, 2024). Vorágine expuso una paradoja consistente en que, mientras los habitantes de La Calera atravesaban una de las peores crisis de agua en la historia, atravesando fuertes necesidades y sin tener agua para su consumo vital, Coca-Cola seguía extrayendo la misma cantidad de agua que siempre (Hernández, 2024).

Como consecuencia de dicha investigación y de las múltiples críticas dadas por parte de la comunidad, el director de la CAR Cundinamarca Alfred Ballesteros, anunció que pese a que la concesión existe, esta se otorgó en una época en la que el cambio climático no tenía la gravedad de que tiene hoy en día. Afirmó a noticias Caracol que “en la norma es claro que el uso prioritario debe ser para el consumo humano y no para actividades industriales” por tanto, debía evaluarse si es pertinente renovar la concesión (El Espectador, 2024).

Pese a que la concesión se venció en diciembre de 2024, la embotelladora de Coca-Cola sigue extrayendo agua de manera normal, por ello líderes de la comunidad y organizaciones de derechos humanos se aliaron para presentar una denuncia en la que solicitan que se suspenda dicha concesión, y que se realice una audiencia pública con el fin de analizar los impactos ambientales y sociales que tendría la renovación, teniendo en cuenta que la crisis hídrica no ha cesado (Alzate, 2025).

Actualmente, se está a la espera de una respuesta por parte de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, que debe tener como enfoque el uso racional del agua como uno de los recursos naturales más importantes y que, adicionalmente, garantice un equilibrio en su distribución, pues, como señala Coronell (2025), “no puede escasear el agua para los más necesitados y abundar para que la embotelle una multinacional”.

Bibliografía:

Imagen: Pixabay (2017). Imagen de Coca-cola, Hot air balloon, Balloon. Extraído de: https://pixabay.com/photos/coca-cola-hot-air-balloon-balloon-2384655/

*Monitora del Departamento de Derecho del Medio Ambiente de la Universidad Externado de Colombia.