20 de septiembre de 2021
Documento Conpes “Política pública para reducir las condiciones de riesgo de desastres a adaptarse a los fenómenos de variabilidad climática”
Recientemente, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible publicó el borrador del Documento Conpes para reducir las condiciones de riesgo de desastres y adaptarse a la variabilidad climática. Este documento busca el desarrollo de acciones que permitan la generación, el análisis, la articulación y la apropiación social del conocimiento ante los fenómenos de variabilidad climática e igualmente la reducción de condiciones de riesgo que estos generan y que afectan negativamente el desarrollo del país.
Miguel Orlando García Pacheco*
Este Documento Conpes se presenta como una herramienta para enfrentar los eventos extremos derivados de la variabilidad climática y que se han visto influenciados en su duración, intensidad y frecuencia por el cambio climático. La razón es que estos eventos tienen impactos en materia ambiental, en los procesos de desarrollo de las regiones y en el bienestar de los habitantes, ocasionando que la población en condiciones de pobreza y pobreza extrema esté más expuesta al riesgo de los impactos de variabilidad climática. En este contexto, Colombia ha diseñado políticas públicas que se relacionan con la variabilidad climática e instrumentos de gestión de desarrollo en materia de gestión del riesgo de desastres y de cambio climático. Sin embargo, son múltiples las vulnerabilidades climáticas y poco precisas las previsiones locales y regionales, cobrando así mayor relevancia la visión preventiva en la gestión del riesgo de la variabilidad climática (Departamento Nacional de Planeación, 2021).
En primer lugar, este documento presenta una descripción de los antecedentes en materia de políticas públicas, estrategias, planes nacionales de desarrollo y normativa, relacionados con la reducción, mitigación y adaptación en materia de gestión del riesgo de desastres y de cambio climático. Respecto a los antecedentes normativos, se realiza un análisis teniendo en cuenta tres enfoques, la evolución institucional en gestión del riesgo de desastres, aquellas disposiciones normativas que desarrollan de manera directa el concepto de variabilidad climática y la normativa que de manera indirecta aborda este tema. Este análisis determina que, si bien las normas mencionadas están relacionadas con el aprovechamiento de los recursos naturales y la gestión del riesgo, estas no desarrollan de manera directa o indirecta aspectos relacionados con la variabilidad climática. Por último, la justificación de esta política radica en los impactos socioeconómicos que las fases extremas de la variabilidad climática tienen sobre los territorios y sectores, y que en algunas ocasiones se convierten en desastres. De ahí la necesidad de reducir el impacto de estos fenómenos a través de la adaptación de los territorios[1], la generación de conocimiento, articulación de acciones y fortalecimiento de los territorios a través de las entidades nacionales (Departamento Nacional de Planeación, 2021).
En segundo lugar, se presentan de manera clara y detallada los diferentes conceptos a tener en cuenta al momento de abordar esta política, el sistema climático y sus componentes, el tiempo atmosférico, el clima, el concepto de variabilidad climática, el cambio climático, el riesgo de desastres, la gestión del riesgo de desastres, la resiliencia y la manera en que inciden y se pueden enfrentar sus efectos en el territorio colombiano. Por ejemplo, algunos de estos conceptos han demostrado que Colombia tiene territorios con una extrema vulnerabilidad a fenómenos amenazantes que afectan aspectos económicos, sociales, culturales y hasta la propia vida de las personas.
En tercer lugar, se presenta un diagnóstico que identifica las siguientes problemáticas: i. conocimiento limitado y desigual sobre los fenómenos de variabilidad climática y sus posibles efectos en los diferentes sectores y territorios; ii. baja corresponsabilidad sectorial para la gestión integral de los efectos de la variabilidad climática; iii. baja capacidad territorial para reducir el riesgo de desastres ante la ocurrencia de fenómenos de variabilidad climática. Esto demuestra cómo los fenómenos emanados de la variabilidad climática afectan absolutamente todos los sectores: social: ambiental, productivo, transporte, salud, económico, infraestructura. Y, por ello, la necesidad de incorporar en todos los instrumentos de planificación la gestión del riesgo de desastres y el cambio climático con un enfoque de adaptación y de manera articulada con las demás políticas, acciones y proyectos. Además, se destaca dentro de estas problemáticas la falta de participación ciudadana en materia de gestión territorial del riesgo de desastres (Departamento Nacional de Planeación, 2021).
En cuarto lugar, con el fin de cumplir los objetivos de la política pública[2], se establecen tres líneas estratégicas, con sus correspondientes ejes estratégicos, que buscan su vinculación de manera transversal en temas de gobernanza, comunicación y apropiación social del conocimiento, a fin de que el país y sus territorios mejoren su capacidad de resiliencia frente a los fenómenos de variabilidad climática. Además, se describen de manera general las principales acciones que permitirán dar cumplimiento a la política pública. Se ha dispuesto de un término de nueve años comprendido entre 2021 a 2030, dividido en corto plazo (2021 a 2024), mediano plazo (2025 a 2027) y largo plazo (2028 a 2030) (Departamento Nacional de Planeación, 2021).
Finalmente, el documento define una serie de recomendaciones, para que el Consejo Nacional de Política Económica y Social busque que dicho documento sea aprobado, su inclusión y aplicación en todo el territorio colombiano, la divulgación de los avances de las acciones y la gestión de los recursos necesarios para el financiamiento de las acciones de esta política (Departamento Nacional de Planeación, 2021).
Frente a la línea de acción doce, que propone promover la participación ciudadana en la gestión de la variabilidad climática, vale la pena mencionar que la participación ciudadana en materia climática no ha sido tan efectiva en los escenarios decisorios que tienen que ver con adaptación. De ahí que además de buscar la apropiación de conocimiento sobre la variabilidad climática, se debe contar con información de calidad y al alcance de la comunidad en relación con las características de cada territorio, ya que de esto depende una participación efectiva. En este mismo orden de ideas, es conocido que Colombia es un país pluriétnico, es decir, que sus territorios albergan diferentes grupos que cuentan con una cosmovisión propia, identidad particular y una forma única de percibir su entorno y el mundo. Sin embargo, a estos conocimientos tradicionales no se les ha dado el valor y la importancia que representan en materia de adaptación climática (Hurtado Mora, 2017). Por tal razón, es importante que en las líneas de acción, especialmente en las de participación y generación de conocimiento, se tenga en cuenta el conocimiento tradicional de las comunidades y los territorios, ya que estas prácticas se basan en la naturaleza y pueden aportar de manera significativa beneficios a la gestión de la variabilidad climática y a la adaptación a los efectos del cambio climático.
Referencias:
Departamento Nacional de Planeación. (2021). Politica Pública para Reducir las Condiciones de Resgo de Desastres y Adaptarse a los Fenómenos de Variabilidad Climática. Bogotá, Colombia.
Hurtado Mora, J. I. (2017). Derecho a la participación y rol de la sociedad civil y del conocimiento tradicional . En Retos y compromisos jurídicos de Colombia frente al cambio climático (pág. 239). Bogotá: Universidad Externado de Colombia.
* Estudiante de la Maestría en Derecho del Estado con énfasis en Derecho de los Recursos Naturales e integrante del Observatorio en Derecho del Medio Ambiente de la Universidad Externado de Colombia
[1] En este aspecto se hace referencia a la Ley 1955 del 25 de mayo de 2019, Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 “Pacto por Colombia, pacto por la equidad”, que en su capítulo VI nombrado “Pacto por la sostenibilidad: Producir conservando y conservar produciendo”, establece en la línea “Colombia resiliente: conocimiento y prevención para la gestión del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático ”, como acción estratégica que el DNP, MADS, IDEAM y UNGRD “el diseño de una política pública para para reducir las condiciones de riesgo ante eventos de variabilidad climática“
[2] Esta política ha establecido como objetivo general “Generar conocimiento sobre los fenómenos de variabilidad climática y sus posibles efectos, que facilite el análisis y la apropiación social en sectores y territorios, así como la orientación de toma de decisiones para la planificación del desarrollo del país”, y tres objetivos específicos, que buscan desarrollar mecanismos y estrategias de corresponsabilidad sectorial para la gestión integral ante fenómenos de la variabilidad climática, que fomenten su resiliencia y competitividad; desarrollar mecanismos y estrategias de corresponsabilidad sectorial para la gestión integral ante fenómenos de la variabilidad climática, que fomenten su resiliencia y competitividad, e implementar acciones que permitan la generación de capacidades y la gestión de los fenómenos de variabilidad climática en los territorios, que fomenten intervenciones resilientes, con soluciones integrales y articuladas (Departamento Nacional de Planeación, 2021).