20 de septiembre de 2021

Los criptoactivos: su impacto en el medio ambiente y su falta de regulación

La Revolución Informática en la que nos encontramos abre un mundo de posibilidades que día a día avanzan con mayor rapidez, entre ellas, los criptoactivos, que mediante su tecnología blockchain o cadena de bloques buscan obtener una estructura totalmente descentralizada, que garantice transparencia y confiabilidad a los usuarios al realizar transacciones. A diferencia de los bancos, para el manejo de criptoactivos no hay un ente central que verifique y autorice, sino que son los mismos miembros de la red quienes realizan estas tareas a través de millones de computadores conectados de manera permanente, que solucionan problemas matemáticos complejos para dar seguridad a cada transacción, lo que a su vez supone un gran problema medio ambiental por la utilización de grandes cantidades de energía que se consolidan en gases de efecto invernadero, lo que incrementa el cambio climático.

Claudia Chacón Gómez*

¿Qué es un criptoactivo?

Es un tipo de ‘token’ especial que puede entenderse como una ficha criptográfica representada en una unidad de valor, la cual es emitida y comercializada dentro de una plataforma ‘blockchain’ para con posterioridad obtener bienes y servicios. (FORBES, 2021)

¿Qué es el blockchain y minado de los criptoactivos?

El ‘blockchain’, definido en español como cadena de bloques, contiene información codificada de una transacción en la red, que al estar entrelazados, permite la transferencia de datos con una codificación bastante segura a través del uso de criptografía.

La transferencia no exige que un tercero certifique la información, pues esta se encuentra distribuida en múltiples nodos independientes e iguales entre sí que la examinan y la validan, sin necesidad que se conozcan entre ellos(BBVA, 2019)

Igualmente, dentro del proceso de ‘blockchain’ se encuentra el minado. Este corresponde al proceso mediante el cual se crean nuevos criptoactivos por medio de computadoras, que resuelven innumerables problemas matemáticos complejos, imposibles de resolver a mano. No obstante, estas operaciones requieren grandes cantidades de tecnología computacional y de energía (CNN, 2021)

¿Por qué los criptoactivos contaminan el medio ambiente si son virtuales?

Cada vez que alguien envía o recibe ciptoactivos, los mineros deben validar la información por medio de problemas matemáticos complejos asegurándose de que la operación sea la correcta y evitando que se duplique, y de esta forma, van creando bloques de información para obtener una red totalmente segura.

Sin embargo, el problema nace desde la estructura de la red, ya que al ser totalmente descentralizada, su finalidad es que la información no sea validada por un sistema central sino por todos los miembros de la red, y esto se logra de la siguiente manera:

Tomemos como referencia que un ‘blockchain’ es un libro contable, en el cual sólo determinadas personas pueden escribir, y a ellos se les conoce como mineros.

Para poder ingresar una transacción en el libro, los mineros compiten entre ellos intentando encontrar la respuesta a un problema matemático, el primero en encontrar la respuesta es recompensado con criptoactivos y a esto se le llama ‘prueba de trabajo’ como el más rápido es quien gana la recompensa y es necesario probar todas las combinaciones (llamadas ‘hash’) los mineros utilizan sus computadoras para realizarlo, es por ello que se han visto en la obligación de invertir en un mayor número de máquinas para obtener resultados más rápidos, ya que entre más maquinas tenga un minero trabajando a la vez, hay mayor probabilidad de solucionar el problema de primero y ganar la recompensa y todo ello hace que las diferentes redes de criptoactivos tengan una alta seguridad y confiabilidad, ya que no cualquier persona tiene la capacidad computacional para competir contra cientos de equipos conectados al mismo tiempo durante 24 horas realizando operaciones todos los días.

Con base en lo anteriormente expuesto, se evidencia la cantidad de recursos que son invertidos en el minado de criptoactivos y sólo así, podemos centrarnos en la mayor preocupación medio ambiental, que para el caso objeto de análisis corresponde a: 1) La cantidad de energía necesaria, 2) Los aparatos electrónicos utilizados y desechados; 3) Su refrigeración; 4) El hardware y; 5) Las partes de la arquitectura que no son eléctricas.

Según la BBC, mientras que el Reino Unido consume anualmente 300 teravatios, los mineros consumen de 40 a 450 por hora, pero los estudios no pueden ser comprobados totalmente, ya que al no poder obtener información sobre cuantos mineros existen, cuantas maquinas tiene trabajando cada uno, cada cuanto trabajan y demás detalles de las operaciones, las estadísticas fluctúan constantemente, y es por ello que los resultados no son iguales en todas las investigaciones. De igual forma, como no se conoce dónde se ubican los mineros y sus máquinas, no es posible comprobar si la energía utilizada es renovable o no. De acuerdo con un estudio sobre ‘el índice de consumo de electricidad’ de la universidad de Cambridge, más del 60% de esta minería se alimenta de combustibles fósiles, dejando claro que en esta investigación solo se tiene en cuenta la información del 40% de los mineros que se cree que existen, toda vez que del restante no se lograron obtener datos exactos sobre las fuentes de energía que emplean ni que tecnología utilizan, es decir, si son modelos computacionales antiguos o nuevos.

La alta demanda energética no es un fallo de los criptoactivos, por el contrario, es una característica esencial, por ejemplo: al ser el bitcoin el criptoactivo número uno, es evidente que está llamado a ser costoso para garantizar su seguridad, transparencia y distribución, y es la competencia de los mineros lo que garantiza que un hacker no pueda tomar el control de la red, ya que este tendría que consumir igual o mayor número de electricidad que todos los mineros juntos, lo cual en principio resulta imposible, y es allí donde la seguridad de la red juega un papel importante para los inversores.

Pese a la problemática anteriormente expuesta, la idea no es eliminar los criptoactivos y sus plataformas, ya que hacen parte de la revolución informática en la que nos encontramos y abre un mundo de posibilidades comparado con el inicio del internet  (The Crypto Oracle, 2018). Es una realidad que estamos atravesando, la cual se encuentra muy poco regulada [1]y no tenemos certeza de cuánto tiempo tardarán los Estados en hacerlo, y mientras eso ocurre, los recursos siguen consumiéndose rápidamente.

Con base en ello, la idea es buscar soluciones compatibles con el medio ambiente, ya que estamos atravesando una época en la que no conviene experimentar o desafiar al cambio climático, por el contrario, es necesario transformar el mecanismo con el cual se obtienen los recursos para su funcionamiento, y de ser posible, determinar que servidores utilizan energía renovable para premiar a estos mineros, cambiando el modelo de ‘prueba de trabajo’ por ‘prueba de participación’, con la cual un minero ofrece a la red un numero alto de criptoactivos para poder minar, y de realizar fraude, sus criptoactivos no serán devueltos por la plataforma, será expulsado de ella y sus máquinas no se podrán seguir minando.

De esta forma, la red se vuelve más segura y se requerirán menos mineros trabajando, lo que conlleva a un menor gasto energético, contribuyendo a que las economías verdes vean las plataformas como alternativas de inversión, como ocurre con TESLA MOTORS. Esta empresa se dedica a fabricar vehículos eléctricos para acelerar la transición del mundo hacia la energía sostenible, dejando de recibir Bitcoins como medio de pago debido a la polémica anteriormente expuesta.

 

Referencias:


* Estudiante de la Especialización en Derecho del Medio Ambiente e Integrante del Observatorio en Derecho del Medio Ambiente de la Universidad Externado de Colombia

[1] Las regulaciones de los criptoactivos son recientes y existentes en pocos países, entre los cuales se encuentran China, Francia, Alemania, Estados Unidos de América, Irán y recientemente El Salvador que bajo el decreto No. 57 de 2021 de la Asamblea Legislativa decreto la ‘Ley Bitcoin’. Pese a ello, en ninguna regulación hasta el momento se hace referencia a disposiciones ambientales. Por ejemplo el gobierno iraní aprobó una ley en julio de 2019 que respalda la minería de criptomonedas, equiparándola a la actividad industrial, para lo cual se debe obtener licencia y pagar impuestos pero no de contenido ambiental, aunado a ello el gobierno subsidia medio centavo por kilovatio a aquellos mineros que creen sus propias granjas, sin embargo las criptomonedas están prohibidas como medio de pago en este país.