26 de marzo de 2021

Ante la crisis generada por la pandemia, ¿el mundo podrá cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son el compromiso adquirido por los países en el marco de la agenda 2030. No obstante, su cumplimiento se ha visto afectado de forma positiva o negativa debido a la pandemia, como ser revisará en el informe de cumplimiento de 2020.

Constanza Bejarano Ramos*

El último informe de Naciones Unidas sobre el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) evidenció las falencias que se presentan en relación con alcanzar las metas propuestas en cada uno de los objetivos, antes y, por supuesto, después de la pandemia.

Es así como, en el citado documento, denominado «Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2020», se reconoce que se habían alcanzado algunos logros en relación con el cumplimiento de los ODS. No obstante, también se presentaron cifras desalentadoras porque “[…] aumentaba el número de personas que padecían inseguridad alimentaria, el medio ambiente natural seguía deteriorándose a un ritmo alarmante y persistían los drásticos niveles de desigualdad en todas las regiones”. Con la aparición del COVID-19 se ha podido establecer que este eliminó los modestos progresos que se lograron alcanzar en los últimos años en la tarea de cumplir con las metas propuestas en la agenda 2030.

Ahora bien, en relación con los ODS en materia ambiental se tiene la siguiente información sobre el cumplimiento de estos, a 2020:

La situación de acceso al recurso agua es alarmante y preocupante, sobretodo en época de pandemia cuando el lavado de manos es la principal actividad que permite prevenir la proliferación del virus. Por lo tanto, las cifras de cumplimiento del ODS6 son desalentadoras, luego de revisar los siguientes datos: (i) actualmente, 3000 mil millones de personas carecen de lavamanos y acceso a agua en el hogar, es decir, solo el 60% de la población mundial cuenta con el servicio básico de lavado de manos con agua y jabón; (iii) algunos países demostraron un déficit de 61% para alcanzar las metas de este objetivo; y (iv) la falta de agua en países pobres aumenta la vulnerabilidad al cambio climático y a la escasez.

Por lo tanto, dentro de las recomendaciones que se han dado para lograr alcanzar las metas de disponibilidad y gestión sostenible del agua están: (i) acelerar la cooperación en materia de aguas transfronterizas; y (ii) destinar mas recursos económicos y humanos para la gestión sostenible del recurso hídrico.

Por su parte el ODS7 (energías renovables) presenta cifras desalentadoras en relación con su cumplimiento, esto no implica que no se hayan hecho grandes esfuerzos por parte de los países pero estos no han sido suficientes, en especial en la cobertura de energías limpias o renovables. Pues, solo 17% de la energía que utiliza el mundo es renovable, es decir, todavía estamos frente a una cifra muy baja.

En ese orden de ideas, los países deben continuar promoviendo la tarea de acoger las energías renovables, debido a que de esta depende el cumplimiento de este objetivo y el de la acción climático que es reducir la emisión de gases de efecto invernadero. La cifra de este indicador a 2017 es que cerca del 17,3 % de energía del mundo proviene de energías renovables, sin embargo, este porcentaje es aún muy bajo, si la idea es reducir la generación de GEI. 

El ODS 11, sobre ciudades y comunidades sostenibles, es de los pocos objetivos que se ha visto afectado de forma positiva por la pandemia, debido a que obligo a tomar acciones en relación con planes urbanos para el manejo del virus, es así que, a 2020 cerca de 154 países ya tenían algún tipo de plan urbano nacional. Esto demostró que la planificación urbana es crucial para mejorar la salud pública y mitigar la vulnerabilidad de las personas. No obstante, muchas metas de este ODS aún están en niveles bajo de cumplimiento como el transporte público, la presencia de habitantes en barrios marginales, entre otras.

Frente al objetivo 13, denominado acción climática, se registró que el año 2019 fue el segundo más cálido que se haya evidenciado y fue el final de la década mas cálida del planeta. Esto generó diferentes efectos como incendios, huracanes, inundaciones, etc., afectando la dinámica de muchos países. Es importante resaltar que para cumplir con el Acuerdo de París (limitar el calentamiento a 1,5º) las emisiones de GEI deben comenzar a disminuir un 7,6% cada año a partir de 2020; sin embargo, el año anterior en el cual se redujo la actividad humana, debido a la pandemia, la disminución fue solo del 6%, es decir, según las proyecciones que se tienen, en el año 2020 no se alcanzó la meta o el porcentaje de reducción, esperado.

Lo anterior, es preocupante debido a que sí el mundo no actúa de forma inmediata frente al cambio climático y los compromisos adquiridos, los efectos catastróficos de este fenómeno serán peores que lo vivido por la pandemia. Los puntos sobre los cuales los países se deben concentrar en relación con este objetivo son: financiamiento para la acción climática (actualmente, las inversiones en combustibles fósiles son superiores) y fortalecer la resiliencia y las acciones de adaptación (planes).

De otro lado y como consecuencia de la pandemia, el ODS 14 ha evidenciado que la drástica disminución de la actividad humana debido al COVID-19 brindó una oportunidad para que los océanos se recuperaran. No obstante, este espacio sin actividad humana permitió destacar que es necesario tomar medidas urgentes para la protección de este ecosistema, es así como se destaca que las tareas pendientes son: incentivar la pesca sostenible, restringir la pesca ilegal, ampliar la protección del medio marino y fortalecer la cooperación internacional para el manejo sostenible de los océanos.

En relación con este objetivo, el seguimiento a su cumplimiento evidenció que: continua el proceso de acidificación, ha aumentado la protección del medio marino pero se debe continuar con esta tarea, a 2019 más del 17% de aguas bajo jurisdicciones nacionales estaban cubiertas por zonas protegidas, los países están restringiendo la pesca ilegal mediante un acuerdo internacional vinculante (Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector del Puerto), pero es fundamental que se sumen más países a esta causa. Colombia aún no es parte de este, por lo que se hace un llamado para que se revise su ratificación, debido a la importancia que tiene para la protección de la biodiversidad marina del país.

Otro objetivo fundamental para los asuntos medio ambientales, es el ODS 15 que buscar proteger y conservar la vida de los ecosistemas terrestres. En la revisión hecha sobre el cumplimiento de este se concluye que las cifras presentadas son desalentadoras, pues se resaltó que una quinta parte de la superficie terrestre esta degradada, en especial, los suelos.

Esta situación socava el bienestar de unas 3.200 millones de personas, conlleva a la extinción de especies e intensifica los efectos del cambio climático. Las causas más representativas de esta situación es la deforestación (la tasa anual de deforestación es de 10 millones de ha), la agricultura no sostenible, los cambios en los usos del suelo y la pobreza (la cual aumentará como consecuencia de la pandemia). Por lo tanto, los países deben encaminar sus esfuerzos en prevenir o corregir estas causas para detener la degradación del planeta y el sustento de vida del ser humano.

Este objetivo tiene mayor relevancia en este informe porque cinco de sus metas, tenían el 2020 como año de cumplimiento. Sin embargo, en la revisión hecha por las Naciones Unidas se estableció que es poco probable que esto suceda en el plazo previsto. En consecuencia, se tiene que solo un tercio de los países están en vías de alcanzar las metas nacionales sobre biodiversidad. En América Latina se revisó que en 15 países hubo progreso para alcanzar las metas pero son insuficientes y 7 se encuentran en vía de alcanzar o superar los objetivos nacionales.

Por último, de las metas que tenían el 2020 como fecha de cumplimiento (21 de 169) en relación con el anterior objetivo, se tiene que solo se cumplió una que es: «Conservar al menos el 10% de las zonas costeras y marinas». Esto demuestra la ineficiencia de las acciones en cada uno de los países, con el fin de cumplir sus tareas o compromisos en la materia.

El panorama que presenta el Informe sobre el cumplimiento de los ODS es desalentador, acentuado por el COVID-19, pero lo que se ha logrado evidenciar es que la deficiencia en el cumplimiento de estos objetivos viene desde antes del inicio de la pandemia, por que esta no será una excusa para justificar su incumplimiento. Por esta razón, es necesario que los países, en el marco de sus posibilidades, adelanten las acciones necesarias para lograr cumplir con la agenda 2030, pues esto también contribuye con el bienestar del planeta y el ser humano.

Bibliografía

Naciones Unidas. (s.f.). Naciones Unidas. Recuperado el marzo de 2021, de Informe de lo Objetivos de Desarrollo Sostenible 2020: https://unstats.un.org/sdgs/report/2020/The-Sustainable-Development-Goals-Report-2020_Spanish.pdf


*Miembro del Grupo de Investigación en Derecho del Medio Ambiente de la Universidad Externado de Colombia